Martín Rivero

Será el trabajo. Será que ya no frecuentamos los mismos garitos. Será que la vida te lleva por derroteros dispares y cada uno en su casa y Dios en la de todos. Pero hubo un tiempo en que sí coincidíamos. El flirteo empezó con Michael Jackson y el Dangerous World Tour que le trajo a la capital tinerfeña en septiembre de 1993. El acontecimiento musical, probablemente el más multitudinario celebrado en la Isla, congregó en el recinto portuario a 50.000 personas. El esperpéntico rey del Pop se alojó en uno de los áticos del Hotel Botánico del Puerto de la Cruz, con vistas al Teide, jacuzzi y terraza privada. La suite lleva, en la actualidad, su nombre y rivaliza oferta con las de Bill Clinton y la reina Sirikit de Tailandia. Al frente del establecimiento de gran lujo estaba Cándido Figueroa, jubilado ya de la cosa turística.

La mano derecha de Martín es Cuchi Jarque, gestora cultural que sirve tanto para un roto como para un descosido. Aparte, cuenta con dos puntales igual de eficaces: Eva Castillo y Concepción Morales. A las tres las querría para mí. Hay que intentar rodearse de un buen equipo y el hermano de Carmelo siempre ha estado avizor. Los dos, bajo el seudónimo  profesional de Carmelo Martín, fueron galardonados en 2004 con el Premio Canarias de Comunicación. Y los dos, o sea, uno, han escrito, entre otros, el libro Valdano. Sueños de fútbol. El ex jugador y entrenador argentino no se ha pronunciado sobre las elecciones a la presidencia del Club Deportivo Tenerife que se celebrarán este próximo 14 de julio. Sí lo han hecho Jupp Heynckes, Juan Antonio Pizzi y Antonio Mata a favor de la candidatura Un Tenerife de todos que lidera Pier Luigi Cherubino. También se postulan Miguel Concepción y Juan Antonio Quintero. Riqui-raca.

A Martín, como a los aspirantes, le gusta el fútbol. Es merengue hasta la médula y anti culé confeso. Por eso va con Portugal en la final de la Eurocopa. Juega Cristiano. Y no se hable más. Eso sí, entre partido va y partido viene, estos días anda liado con la decimotercera edición del Festival de Músicas Mestizas, en la que el reggae, coincidiendo con el treinta y cinco  aniversario del fallecimiento de Bob Marley, es protagonista. Porque a Martín le van las multitudes y después de que Costas suspendiese el Festival Son Latinos en 2004, que producía junto a Poli Mansito, a otra cosa mariposa. Y nació Mumes para unir África, Canarias y América. Y más.

A Pepe Langa tampoco se le resiste la pista de baile tras seis años de dale que te pego con la música electrónica del Arona Summer Festival. En esta ocasión se celebra en el campo de golf Los Palos y presenta como novedad programación cultural (ASF Project) con homenaje a Pepe Dámaso incluido. Autor del cartel del Carnaval caribeño de 2017, al buen hombre, oriundo de Agaete y que se hizo a sí mismo a la sombra de César Manrique, solo queda verle en la hornacina procesional de la Virgen del Carmen.

Ni en el Callao de la plaza Weyler Martín está inactivo. Es como un culo inquieto. Y claro, parió la abuela y en septiembre trae el concierto de la temporada: Ricky Martin y su One World Tour atiborrará el Estadio Olímpico Antonio Domínguez de Los Cristianos.

Martín Rivero es como el Superchicha aquel del Carnaval. ¿Te acuerdas? Y lo queremos vivo y coleando. ¡Hala Madrid!

 

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