Defensa naval de Tenerife

El alcalde José Manuel Bermúdez debería tomar nota y rendirle al general los honores que se merece. El busto y la exigua calle que le consideran no parecen suficientes. Antes, cuando los Levis y los puros Vargas se compraban en el bazar Antonio, la vía del ilustre oficial nacido en Aranda de Duero se frecuentaba más. Ahora, si acaso, para coger un taxi o mear en carnavales. Y del parco monumento, mejor ni mencionarlo. Y no consuelan los versos de Nicolás Estévanez: «Cuanto más alta se ponga / de Horacio Nelson la estatua / más alto verán los siglos / el nombre de mi Nivaria». Las palabras se las lleva el viento, no así Trafalgar Square con su columna de granito de 46 metros de altura sobre la que se aposenta, desafiante, la soberbia efigie del almirante. Mientras en la city elevan al cielo al manco de Tenerife, el chicharro, ñoño, se complace con migajas inadvertidas. Será el complejo del puerto de La Laguna, que dicen los de la Peña San Benito.

De todas formas, algunos hay que lamentan la victoria sobre las tropas de su Graciosa Majestad. Porque si la contienda se hubiera decantado del lado invasor, quién sabe si hoy en Canary Islands ondearía flemática la Union Jack. Entonces, en el Casino de Tenerife de Pipo Muiños y en el Náutico de Pipo Conejo se tomaría el té de las cinco, al igual que sucede en el Ritz y en el Savoy londinense. Pero no, la victoria fue del Tete para regocijo patrio y señorío de barraquito. Por eso, en este verano de 2016 continuamos en la Unión Europea de Angela Merkel y Julen Lopetegui, sin menoscabo de que Carlos Alonso, Alberto Bernabé (que estos días carga fusil con uniforme de época) y Jorge Marichal abracen al británico (#bigwarmhug) como respuesta al Brexit de marras. Servidumbres del sector.

A tenor del histórico atolondramiento isleño en torno a la Gesta, en diciembre de 1995 se constituye la Tertulia Amigos del 25 de Julio gracias al empuje de José Luis García Pérez y su hijo Daniel García Pulido, Luis Cola Benítez y el coronel Juan Tous, quien ostentaba la dirección del Museo Militar de Almeyda. La familia se multiplica y los fundadores celebran el primer aniversario junto a Jesús Botana, Sebastián Matías, Pedro Ontoria, José Manuel Ledesma y Luis Martínez. En la actualidad, cerca de treinta tertulianos velan por la memoria y la cultura de Canarias y, en particular, por reconocer y valorar la defensa naval de la capital tinerfeña.

La pica en Flandes surge efecto y en 2008 prorrumpe la Asociación Histórico-Cultural 25 de Julio de 1797 de la mano de Javier Gorostiza con el objetivo, además de otras actuaciones, de organizar unidades de recreación que vistan y se comporten de forma idéntica a los soldados españoles que lucharon entre 1797 y 1814. O sea, sus integrantes son los que ayer viernes instalaron un campamento en la alameda del Duque Santa Elena y los que después se batieron contra los hombres de Jonathan Cabrera, alter ego del capitán Hood, quien se encargó de sustituir al propio Nelson, convaleciente en el Theseus tras sufrir la amputación de su brazo derecho.

El general Antonio Gutiérrez de Otero también expulsó a los ingleses de Las Malvinas en 1770 y lo intentó en vano tras cuatro años de asedio a Gibraltar (1779-1783). Luego, como comandante general de las Islas, retomó hazañas pasadas, hasta que el 18 de julio de 1936 la mayor del Archipiélago volvió a entrar en la historia.

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