Urge que la profesión periodística retome el bastión que dignifica su ejercicio.
Qué bonito pausar palabras, no por ir a contracorriente del ganado digital, que sí, sino por llenarme de besos y abrazos.
El periódico La Tarde cerró, pero su herencia impresa nos recuerda que, pese a las injerencias políticas, el buen periodismo y la crítica astuta es posible.
El librero de La Laguna lamenta la pérdida de la verdadera isla del tesoro. Y la lloramos en vida, con el corazón latiente, junto a Nely Chinea (Ifara), las mujeres de Izaskun, el atril de Alberto y el punto com de Agapea.
El periodista podría ser el último mohicano de aquella tribu de 'Gaceta Semanal de las Artes'. Continúa en la brega más afanoso que nunca y se reinventa. La innovación es necesaria. En Twitter se llama @cosmejuan: seudónimo digital con el que llega a mucha gente. No es Cristiano ni el papa Francisco ni Lady Gaga, pero sus números son de 'influencer'.
El periodista dejó un buen día de lado el contrato con la redacción para dedicarse a la guitarra y a la poesía. Y no es el primero ni será el último. Es lo que tienen los creadores, los que generan sentimientos más allá de la costumbre.
Catedrático de Lengua Española en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna, HHH es de lo mejorcito que tenemos por estos lares. Con una prolija producción científica y reconocimiento internacional, saca de donde no hay para entregárselo a la Academia Canaria de la Lengua, de la que es vicepresidente.