El periódico La Tarde cerró, pero su herencia impresa nos recuerda que, pese a las injerencias políticas, el buen periodismo y la crítica astuta es posible.
Juan Cruz tiene un libro pequeño y hermoso que ahonda en el territorio de su memoria. Se lo dedica a sus padres y hermanos. Y también me lo dedicó a mí un 4 de enero de 1996. El autógrafo recuerda que los dos compartimos memoria. Esa familiar que nos une al periódico 'La Tarde' de Santa Cruz de Tenerife, que este próximo mes de octubre hubiera cumplido noventa años.
El periodista podría ser el último mohicano de aquella tribu de 'Gaceta Semanal de las Artes'. Continúa en la brega más afanoso que nunca y se reinventa. La innovación es necesaria. En Twitter se llama @cosmejuan: seudónimo digital con el que llega a mucha gente. No es Cristiano ni el papa Francisco ni Lady Gaga, pero sus números son de 'influencer'.
Pasan algunas horas del fallecimiento del que fuera premio Canarias de Bellas Artes en 1988. La capilla ardiente se ha instalado en el Salón Noble de la Casa Consistorial, que rigiera el fenecido entre 1979 y 1987. Hace frío y los verodes de los tejados velan al pintor. Y velarán durante toda la noche y el día siguiente. Y de nuevo la noche y siempre. Porque los verodes no duermen y son patrimonio de los laguneros y de la Humanidad.