El presidente del Real Casino de Tenerife, fajado en mil batallas, jurista de reconocido prestigio y listo como una tea, no se achantó y puso a los guardias en su sitio, o sea, de patitas en la calle. No tenían orden judicial ni existía causa mayor que justificase su presencia en la sede societaria.
Solemos quedar de Pascuas a Ramos para ponernos al corriente del acontecer insulario que se cuece entre bastidores. A la psicóloga experta en temas de salud, turismo y cosas de sexo, no se le escapa una. Y me cuenta que ¡ya está bien! Y le espeto lo mismo.
En este tiempo de excesiva propaganda, barreduras e intereses más o menos espurios, se agradece la sensatez de una colega periodista. De una profesional serena, veraz y afable que pondera y analiza con tino la realidad.
El filósofo Javier Gomá nos acerca a la imagen de nuestra vida. Esa misma que se vive y envejece. Irremediable. “No hay una tarea superior que aprender a ser mortal”, sentencia el pensador. Ivancius paladea la lección. Muestra su deleite sin alharacas. Tal cual. Por momentos nos despojamos de lo decorativo que no conmueve. Asumimos nuestra mortalidad bajo un “yo cotidiano, un yo del montón, sin relieve”.
Alejado del charco gubernativo y enfrascado en sus negocios, nada en las aguas tranquilas de su piscina de alto rendimiento. Y pone los cinco sentidos en Nok, la firma de complementos de moda que diseña su mujer Alejandra Rodríguez de Azero.
Al director de la empresa Musicalia no hay nada que se le resista. Tanto monta una partida de envite, como traslada invitados al Paisaje Lunar o crea el ambiente idóneo con iluminación led, al igual que realiza el montaje de sonido. Además, siempre está de buen humor, que no es cosa fácil.