Coincidiendo con la alerta por riesgos de fenómenos meteorológicos adversos, un profesor de Periodismo de la Universidad de La Laguna no durmió la madrugada. Encerrado en su despacho trasnochó junto a la pantalla del ordenador. Los dedos, contra reloj, volaban sobre el teclado. La rotativa no espera, aunque los datos de este comienzo de 2018 no sean halagüeños para el papel nuestro de cada día. Es la tendencia.
El periodista podría ser el último mohicano de aquella tribu de 'Gaceta Semanal de las Artes'. Continúa en la brega más afanoso que nunca y se reinventa. La innovación es necesaria. En Twitter se llama @cosmejuan: seudónimo digital con el que llega a mucha gente. No es Cristiano ni el papa Francisco ni Lady Gaga, pero sus números son de 'influencer'.