Tropecé con sus brillantes zapatos negros acharolados. Él bajaba las escaleras y yo las subía. Cruzamos miradas y nos saludamos como procede, pero el protagonismo del calzado, que refulgía más que el sol, monopolizó la fugaz y amigable conversa. No me verán con calcos parecidos. No es mi estilo. Sí, por el contrario, con unos de Abraham Zambrana quien, una vez más, ha presentado estand en la Feria Internacional de la Moda de Tenerife. Los productos de este experto curtidor son artesanos, lo que refuerza la confianza en la calidad del producto. Aunque depende quién. En la Junonia de Casimiro, en Valle Gran Rey, encargué unos mocasines a medida color azul turquesa y, confieso para mi pesar, que el resultado no fue el esperado, probablemente, un entrever, por la rígida suela de caucho. El caso es que el zapatero remendón defraudó y el género no asentó como ansiaba en los pacientes pies. Por ahí deben estar cogiendo polvo. Los que sí cumplieron con su misión rastrera fueron aquellos crocs naranjas que crearon tendencia. Ahora solo se ven de aquí para allá en hospitales y centros de salud. Tendré que exhibirlos de nuevo para sacarlos del ostracismo sanitario.Quien luce estilo y distinción en las extremidades de cada uno de sus miembros inferiores y en cualquier prenda que porte, sea cual fuere el momento, es José Eugenio Sánchez Giusepe. Es verdad que la percha le acompaña, pero hay que saber estar a la altura. Y eso, al histórico director de Tenerife Moda, le sobra. En sus primaveras mozas fue modelo internacional, al igual que Luis Travieso, Tiberio Ciacchella o José Acosta. Este último, por cierto, vive en Pekín y se dedica, muy bien, a la sastrería. Mismas mañas que el icodense Lucas Balboa, ahora arrimado a Gran Canaria Moda Cálida fruto de algún desengaño. Seguro que la colega Mónica Ledesma está al tanto del porqué del destierro voluntario. En fin. La vie in rose y adláteres que crean filias y fobias en grados extremos. Estos toros, sin cuernos ni banderillas, mejor desde la barrera.
Y en la arena de los diseñadores, si hay alguien con incontables vueltas al ruedo es Juan Carlos Armas. Lleva ya treinta años en el front row del sector. Y celebramos y reconocemos sus éxitos, que no son pocos, en un mundo de aguas turbulentas. Tiene su mérito.
Este fin de semana, la primera fila de la caja negra de la feria de la moda nuestra y de jóvenes creadores del figurín está muy concurrida. Algunos profesionales, que los hay, y numerosa muchachada (y también talludos) móvil en mano, juegan a blogueros de la cosa. ¡Cómo les gusta! Eso sí, la burbuja de esta actividad fashionista y vana que parecía desinflarse, renace ahora con el fenómeno instagrammer. O sea, idéntico stile que se retroalimenta y devora con efímero apetito narcisista. Por favor. Además, aparte de palmitos de pasarela, estos hijos de su tiempo, orgásmicos, aprueban o despellejan a los que, excéntricos, parecen cosplayers de la Tenerife Lan Party. ¡Me encantan! Por cierto, la TLP 2018 ya calienta motores. Su director, Marce Concepción, hace unas cuantas lunas que vive en tensión al igual que los soldados del Fortnite. El 17 de julio no espera. Está a la vuelta de la esquina.
Pues Efraín (Medina) descendía con garbo, tanto de perfil como de frente. Con desenvultura y firmeza. Siempre. Nada le achanta ni escapa a su control. Domina escenarios y situaciones. Maneja las riendas en bonanza y tormenta. Hábil dentro y fuera del ring (le apasiona el boxeo), es hombre de plena confianza de Carlos Alonso, que no da puntadas sin hilo. Vicepresidente segundo del Cabildo de Tenerife y responsable del área de Empleo, Comercio, Industria y Desarrollo Socioeconómico es muy rentable para siglas y corporaciones. Será porque es infatigable en sus quehaceres, será porque en La Gomera, Venezuela y Tenerife no ha hecho más que trabajar y estar con la gente. Siente y padece, según y cómo, más que los demás. Y se nota. Es un político ponible, de diario, diríamos, prêt-à-porter.