Urge que la profesión periodística retome el bastión que dignifica su ejercicio.
Qué bonito pausar palabras, no por ir a contracorriente del ganado digital, que sí, sino por llenarme de besos y abrazos.
La librería El Atril de Santa Cruz de Tenerife cerrará a final de mes.
La France reniega de Añazo. Nada que demostrarle a nadie. Los Campos Elíseos no perderán el tiempo con el pataleo de la isla canaria más cainita.
El periódico La Tarde cerró, pero su herencia impresa nos recuerda que, pese a las injerencias políticas, el buen periodismo y la crítica astuta es posible.
El librero de La Laguna lamenta la pérdida de la verdadera isla del tesoro. Y la lloramos en vida, con el corazón latiente, junto a Nely Chinea (Ifara), las mujeres de Izaskun, el atril de Alberto y el punto com de Agapea.
La diseñadora, con más de cincuenta puntos de venta en España y Portugal, ha celebrado, entre anillos, collares, pendientes y pulseras, el frescor de una década con Roselinde.
Juan Cruz tiene un libro pequeño y hermoso que ahonda en el territorio de su memoria. Se lo dedica a sus padres y hermanos. Y también me lo dedicó a mí un 4 de enero de 1996. El autógrafo recuerda que los dos compartimos memoria. Esa familiar que nos une al periódico 'La Tarde' de Santa Cruz de Tenerife, que este próximo mes de octubre hubiera cumplido noventa años.
El periodista podría ser el último mohicano de aquella tribu de 'Gaceta Semanal de las Artes'. Continúa en la brega más afanoso que nunca y se reinventa. La innovación es necesaria. En Twitter se llama @cosmejuan: seudónimo digital con el que llega a mucha gente. No es Cristiano ni el papa Francisco ni Lady Gaga, pero sus números son de 'influencer'.