La marabunta ha caído sobre Ana Oramas después de proclamar en la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja que trabaja como una negra y que tuvo un novio trotskista leninista.
La historiadora de la Universidad de La Laguna, recientemente distinguida como Hija Predilecta de la isla de La Palma, evidencia con su ejemplo que el 'Homo sapiens sapiens' no es tan capullo como parece.
El regidor de la capital tinerfeña sueña con el nuevo Santa Cruz tras firmar con Cepsa el desmantelamiento de la Refinería. Pero no lo verá por viejuno. Es la maldición de un litoral maltratado que quiere recorrerse en bicicleta cargado de intentos, concursos, alborotes, seducciones, sentencias, obras, desesperos, corruptelas, apaños y cierto mamotreto. Esperemos que 'Santa Cruz Verde 2030' no sea otra pesadilla.
El caso es que la chicharrera salta al terrero vernáculo para poner en su sitio al canarión. Ellos se lo guisan, se lo comen y, de paso, engodan al periodista sediento de titulares. Somos sabandijos. Entramos al trapo con suma facilidad. ¡Cómo nos gusta el pleito insular! Pollabobas.
Aunque sea de forma simbólica, la diputada popular ha ayudado a desbloquear la revisión de la Ley de Radio y Televisión Públicas de Canarias y el debate (necesario) sobre el modelo a seguir. La expresidenta del PP de Tenerife, indisciplinada, podría ser apercibida por los suyos. ¡Ay!
A propósito de la presentación del Campus América, el alcalde de La Laguna ofreció su ciudad no amurallada para entender y compartir perspectivas globales. Se lo agradecemos en este tiempo de miserias pueblerinas, polémicas en torno a Abubukaka y fotomontajes con microalgas.
Respetito, frescura, valentía y profesionalidad marcan la iniciativa de Benito Cabrera: escuchar el himno de Canarias (el 'Arroró' de Teobaldo Power) en una variada selección de géneros musicales: balada, reggae, música electrónica… Conciencia y alma para unos acordes, dice, que no se conocen suficiente. Probablemente tenga razón. Versiones estratégicas para una sociedad tornilla (con perdón) de reguetón que desconoce quién fue Teobardo Pober, Teobaldo Pagüer o Tegualdo Pouer. Tanto da.
Es lo que tiene la erótica. Dios los cría y ellos se juntan. Se retroalimentan y necesitan para subsistir en lo público. Incluso, hay quienes llevan juntos media vida. Es la confianza que da asco. Es el compadreo de las miradas cómplices o asesinas. Es el coleguismo hipocorístico. Es el pesebre que da calor porque fuera hace frío. Es un circo cada vez más alejado de la calle. Una arena que pagamos todos.
Ella despuntó de jovencita con ZP y él con AO (Ani Oramas). Luego cogieron galones y con las ínfulas a cuestas se subieron sin soberbias a la parra. Y se conocieron en la pista de baile y flirtearon bajo la mirada atenta de sus familias respectivas, separadas por la ideología del carnet. Y llegó la Navidad de 2016...
A Cubillo se le atribuye la creación (¡Oh mamá!) de la bandera tricolor con las siete estrellas verdes, la misma que hoy sábado 22 de octubre celebra su 52 aniversario en medio de resoluciones judiciales y declaraciones patrias. Y en el océano de la Macaronesia surgen doctores como Juan Manuel García Ramos y brisas atlánticas que inspiran sueños en islas como Utopía o San Borondón.
El periodista dejó un buen día de lado el contrato con la redacción para dedicarse a la guitarra y a la poesía. Y no es el primero ni será el último. Es lo que tienen los creadores, los que generan sentimientos más allá de la costumbre.
Ani Oramas es un activo que los suyos protegen, una especie endémica que peligra en tierras de meseta, una política con arrestos que trabaja y luce bien en el Congreso de los Diputados y aledaños mediáticos.