Visita del productor Juan Cano (Nono) al CIFP César Manrique

Foto de familia de la visita del productor Nono (Juan Cano) al Centro Integral de Formación Profesional César Manrique.

Gracias a la eficaz insistencia de Laura Benítez, la subdirectora del Centro Integral de Formación Profesional César Manrique de la capital tinerfeña, el productor ejecutivo de Sur Film en Canarias, Nono (Juan Cano), sacó tiempo y destapó hace unos días las esencias de su éxito. Y nos apuntamos algunos entusiastas de esta cosa del audiovisual: jóvenes y puretas, estudiantes y profesores, soñadores y aprendices. Tenía ganas de rozar con él. Tenía ganas de sentarme en una butaca de cine para que me contaran una historia de héroes de carne y hueso. Una historia que se escribe con atrevimiento, esfuerzo y furia de titanes. Una historia que empezó, como casi todas las historias bonitas, sin querer queriendo (¡Buenos días princesa!). Una historia de vaqueros en territorio comanche y de amores de película. Y cierras los ojos y los abres y los vuelves a cerrar. Y evitas la troupe política, porque sus protagonistas de investidura y aledaños no son creíbles porque son de chapa y pintura.

Y aquel agente de viajes con estudios de Económicas y Empresariales se lió la manta con poco más de veinte años. Y el mercado de la publicidad fue su primera novia formal. Los escarceos de antes solo habían sido piruetas, devaneos de barbilampiño buscavidas y romanticón. Nada serio. Y los anuncios para televisión le robaron el alma. A todo gas. Igual que le sucede al realizador Eddy Cardellach y a su EmotionCooking. Rompe y ras. Eso que está, pero no está, pero se siente. Auténtico.

El metraje sigue su curso y Nono, con la maleta a cuestas. Incansable. Begin again. Y la cerveza inesperada en aquel festival con el productor Kevin de la Noy se convierte en la mejor birra que nunca nadie ha bebido. A Dios pongo por testigo… Momentos de estaciones y de coger el tren. Y de suerte. La suerte de los campeones, de los que nunca están parados y leen y releen guiones. Berlín, Londres, Nueva York, Los Ángeles… Y parada en Madrid para negociar con Parques Nacionales. Canarias y sus paisajes y sus beneficios fiscales bien valen una misa en la capital del reino. Entonces, el equipo de la Tenerife Film Comission se engancha y asesora y apoya y empuja y respalda y da seguridad institucional a la industria de Hollywood que acojona y no se anda con chiquitas, pero deja más de diez millones de euros en la Isla con Jason Bourne.

Y Nono y su equipo de técnicos construye un poblado en Abades (en el corazón de Pedrito) y gestiona que unos carros de fuego y combate pisen el asfalto de la nueva autopista que quiere cerrar el anillo insular, mientras compra más de doscientos coches de segunda o tercera o cuarta mano para que vuelquen o vuelen por el aire. Y el domingo pilla un helicóptero en Barcelona. El miércoles tiene que revolotear sobre Santa Cruz. Sí o sí. No hay tu tía. Be water my friend! 

La banda sonora de Juan Cano se compone con notas de trabajo y actitud. ¡Corre Forrest, corre! Teclas que garantizan que los rodajes en Canary Islands no pararán, arietes de una de romanos que ayudarán a que un día, un día no muy lejano, Nono dé un paso más y produzca su propia peli en tierras de ínsula con caché internacional, después de foguearse en la mejor escuela. ¡Oh capitán, mi capitán!

Archivo