Juan Carlos Alemán

Pedro Jota Ramírez confiesa en el libro El Mundo en mis manos, que escribió junto a Marta Robles, que en alguna ocasión estuvo tentado de pasarse a la política. Es la misma fascinación de servicio a la sociedad que atesora el periodismo. Por estos pagos, José Alberto Díaz Estébanez y Juan Manuel Bethencourt, los dos en Coalición Canaria, sucumbieron en su día al hechizo y cambiaron la pluma por la gobernación. Y ahí siguen. El primero, en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en el equipo del alcalde Bermúdez; y el segundo, en el Ejecutivo autonómico, a la vera del presidente Clavijo. El galdense José Carlos Mauricio fue otro que cruzó la frágil frontera. Ya retirado, se entretiene con sus memorias (La semilla del tiempo) que publicará después de muerto. Por si acaso.

Los maestros, de igual forma, no ocultan su inclinación hacia el cargo representativo. Es el caso de Aurelio González, viceconsejero de Cultura de Canarias. Si bien lo suyo se duplica pues el ejercicio periodístico tampoco le es ajeno. Paulino Rivero o José Luis Perestelo y algunos más que pululan por ahí, enseñaron, igualmente, en la extinta EGB, aquella etapa del sistema escolar español que formaba con fundamento a jóvenes criaturas entre los seis y catorce años. Pero ahora es otra cosa. Ahora, aunque Rosa Dávila saque pecho ante el incremento del presupuesto para Educación, solo interesan las estadísticas de los que promocionan de curso. Cuantos más, mejor. Y el paquete que lo coja el siguiente. Y así, los educandos llegan al Bachillerato, a la Formación Profesional o a la Enseñanza Superior con un nivel que mete miedo. Te los regalo. Y de la actitud, mejor no hablar. La exigencia y el esfuerzo no se estilan. Y, entonces, los viejos del lugar recuerdan y añoran a Antonio Castro, el Mae de Montessori, o un poco más en el tiempo a Luis Diego Cuscoy, referente de la arqueología isleña con acreditada vocación didáctica. Su texto Leyendo islas, que data de principios de los años cuarenta del siglo pasado, recoge el primer método completo de lectura con palabras canarias. Descubrí a Cuscoy gracias a Miguel Ángel Clavijo, profesor en la Universidad de La Laguna y director general de Patrimonio Cultural del Gobierno nuestro. Excelente profesional y la mejor garantía para el puesto que ocupa, el proyecto investigador que tutela, junto a Juan Francisco Navarro, sobre el que fuera fundador del Museo Arqueológico de Tenerife es sobresaliente.

Juan Carlos Alemán también fue maestro de escuela. Y luego, guía del socialismo en el Archipiélago, el mismo que, en la actualidad, lidera Patricia Hernández, que nunca se ha dedicado a la instrucción pero toca el violonchelo. El último adiós al secretario general del PSOE en Canarias entre 1997 y 2007 reunió cientos de condolencias. Normal. Se le quería. Y el funeral, oficiado por el obispo Bernardo Álvarez, que como Jesucristo es de izquierdas, contó con la intervención del primo cura, del don Camilo de Guareschi habituado a lidiar con Peppones. Y los aplausos resonaron en el templo. A la hora de la verdad, la trascendencia (presunta o no) se sobrepone a las ideologías no reaccionarias. Y los de diestra, siniestra y centro se sientan en el mismo banco para recordar y llorar, a su manera. Hasta Obama y el bocazas Trump concilian en pos del bien común. En el fondo, es lo que cuenta. Como dijo hace tiempo el magistrado y exsenador y ex diputado del común Arcadio Díaz Tejera: «Toletes hay en todas partes”.

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