Dice la rectora de la Universidad de La Laguna que los universitarios y universitarias no entienden de pleito insular y que no les interesa lo más mínimo. El caso es que Rosa Aguilar no alcanza a comprender que el Gobierno de Canarias, presidido por Ángel Víctor Torres (de allá), haya bloqueado la aprobación en su Centro académico del nuevo grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Y como no hay razones lógicas para el rechazo y la lógica ingenieril prima en el entendimiento, la magnífica menciona eso del pleito insular, algo incomprensible a estas alturas del metraje. No obstante, es real. Tan real como que el Sanedrín de Vegueta está más vivo que nunca ante la indolencia de Tenerife en los medios de comunicación (si don Patricio, don Leoncio y don Víctor levantasen la cabeza) y en la política. El PSOE nivariense calla para no fraccionar y seguir en la poltrona, aunque solo sea en dos consejerías del Ejecutivo; el PP tinerfeño es una caricatura; Coalición Canaria languidece en su debilidad (el alcalde José Manuel Bermúdez es el único bastión junto a un fogoso Díaz-Estébanez en el Parlamento); Ciudadanos está triste (el buen trabajo de Enrique Arriaga en el Cabildo insular no es suficiente); Nueva Canarias es canariona; Casimiro es gomero y Podemos no entra al trapo porque Paco Déniz es el único canario en la Canarias autonómica.
La catedrática de Ingeniería de Sistemas y Automática no sabe dónde está el problema. Afirma que hay demanda social y laboral, existe consenso entre las dos universidades públicas y hasta el Colegio Profesional ve pertinente y adecuado que se establezca en La Laguna (el número de solicitudes que recibe la ULPGC para este título es muy superior al número de plazas que se ofertan). Por el contrario, llama la atención que la Consejería de Educación sí diera el visto bueno a su implantación en la Universidad Europea con una matrícula de más de seis mil euros por curso académico. ¿Educación accesible?
La ULPGC comenzó su andadura en 1989 a raíz de un agitado movimiento social en la Gran y el respaldo del presidente en aquel momento, Lorenzo Olarte (de allá). Y ahora resulta que no a la duplicidad por cuestiones presupuestarias después de que en su día se duplicasen Medicina, Historia, Derecho y unas cuantas titulaciones más. De aquellos barros (gestados antes de que se produjese la división provincial de septiembre de 1927) estos lodos y siempre, el interés que tienen Los Gofiones en cantar más alto que Los Sabandeños.
Entre tanto, trasciende que el Hospital Universitario Doctor Juan Negrín (de allá) será el depositario de un equipo de radioterapia de protones para el tratamiento de determinados tipos de cáncer, donado por la Fundación Amancio Ortega. La Protonterapia es una tecnología de última generación que, en la actualidad, está disponible únicamente en dos centros sanitarios privados de España.
Canarias, junto a otras seis comunidades, ha sido una de las agraciadas por el acto benefactor rubricado con el Ministerio de Sanidad considerando el tamaño de la población, así como la accesibilidad. Pero la cosa no cuadra. Si valoramos la población, Tenerife es la isla más poblada del Archipiélago. Y si examinamos la accesibilidad, la conectividad marítima y aérea de Tenerife con el resto de islas no es menor que la que se registra desde Gran Canaria. ¿Entonces? ¿Qué apreció el consejero de Sanidad, Blas Trujillo (de allá)? ¿Dedazo? ¿Lo echó a suertes (pito pito colorito) entre los cuatro hospitales canarios de referencia? ¿Por qué los servicios de Oncología Radioterápica del HUC y de Nuestra Señora de Candelaria se enteraron de la designación por la prensa?
Rectora, le recomiendo el libro de Marcos Guimerá Peraza, El pleito insular. Tras su lectura empezará a interesarse por él. Está en los genes de algunos y algunas. Sigue presente. Y desde la ULL también hay que combatirlo.