Ilustración: María Luisa Hodgson

Con Pedro García-Sanjuán y Quique Estebaranz, testigos de aquel ilusionante CD Tenerife que encumbró Javier Pérez en los noventa del siglo pasado, bebí un yintónic en copa de balón. Fue en una noche de Starlite antes de que Jamiroquai saltase al escenario andalusí. Con el querido empresario y exdirectivo, y el habilidoso delantero, recordé bajo las estrellas aquellos años gloriosos de circo sin arena. Bendito pan aparcador de miserias humanas y celestina con la patria chica. El riqui-raca, no obstante, se canta ahora con fervor en la Hamburguesa de Los Majuelos. El jogo bonito de Marcelinho Huertas sobre el parqué es la otrora elegancia de Fernando Redondo sobre el césped. El Heliodoro saltaba a una hasta la bandera sin barras bravas ni Bombonera. Sentimentalismo, tragedia. Familias y peñas junto a resurrecciones, muertes y heroicidades sin portero. En el campo no hay soldados, sí azarosa literatura guerrera. A mí la Legión. Santificados goles contra la zozobra. Alabado Javier Pérez que tocó el cielo. Y Quico Cabrera con el vóley y tantos otros héroes del azul y blanco.

Tiempo de apreturas y esperanza. La calma chicha se rebela y llama a la selva, a renovados sudores de camiseta. No cabe melancolía en Popular, Herradura, San Sebastián y Tribuna. Ea. Bienvenido Felipe Miñambres, cocinero antes que fraile. El nuevo presidente del Tenerife que fue glorioso futbolista, entrenador y director deportivo es lo mejor que podía pasar. El mal de amores se menea. Nada que perder. De la Primera RFEF se sale, al igual que se revuelve un gato panza arriba. Siete vidas. La historia del astorgano invita a la reconciliación, a fuegos artificiales de Hermanos Toste y olas en el Muelle de Ribera.

En aguas revueltas, el segundo máximo accionista del Club, Rayco García, que sufrió la mierda que arrastra el río, lidera una propuesta que amanece clara con el apoyo de la mayoría del Consejo de Administración. A su lado, el entrenador, Álvaro Cervera. Y cerca, el UD Tenerife, que no solo es referente nacional en el impulso y afianzamiento del fútbol femenino, sino que también piensa en grande. Sergio Batista, Julio Luis Pérez, Sandro Arrufat, Carmen Rosa Vera y resto de integrantes de su Junta Directiva han promovido un convenio de colaboración con el CD Tenerife que se traducirá para la próxima temporada en el nacimiento del CD Tenerife Femenino. El Club que preside Batista aportará la solvencia económica necesaria para integrar en una sola marca a todo el fútbol femenino de las dos entidades: cinco equipos, dos de ellos en las máximas categorías: Primera División y Primera Federación. Esta estructura deportiva solo la soportan en España el FC Barcelona y Real Madrid.

El Costa Adeje Tenerife Egatesa (mantendrá el acuerdo de patrocinio con el Ayuntamiento del Sur y con la empresa cárnica) jugará en el estadio Heliodoro Rodríguez López, con lo que el fútbol de élite, al mando del bilbaíno Eder Maestre, volverá a la Capital tinerfeña. El Equipo se fundó en 2013 en Granadilla de Abona y solo dos años después ya estaba en Primera División. Hasta la fecha ha logrado la cuarta plaza dos veces (2017-2018 y 2018-2019) y ha participado en la Final Four de la Copa de la Reina hasta en tres ocasiones. En la actualidad, según la última clasificación, es el sexto mejor equipo de España.

La alianza, enormemente positiva para el fútbol femenino en Tenerife, arrastrará, sin duda, a la sección masculina del Representativo, necesitada de un revulsivo. Toca que las mujeres entusiasmen y lideren el proyecto más ambicioso en la historia del fútbol canario. Hace cuatro décadas movió ficha un eficiente ginecólogo palmero. Hoy, inspiran ellas.

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