Graduación de la tercera promoción de Diseño de la Universidad de La Laguna.
La Asociación Profesional de Diseñadores Gráficos de Tenerife organizó hace años unas jornadas sobre la marca de destino turístico en el Hotel Escuela Santa Cruz, que proyectaron los arquitectos Juanma Palerm y Leopoldo Tabares. En ella, recuerdo, Tina Sonck, entonces en el Cabildo y hoy en canariasviaja.com, presentaba el aspa de Tenerife que aún sigue sonriente. Pepe Valladares era el presidente del colectivo que, en la actualidad, desapegado de agrupaciones o pandas, persiste en sus labores. La ocasión propició, además, conocer a dos grandes en esto de la identidad: Norberto Chaves y América Sánchez.
En aquel tiempo (hablamos de 2004), la revista Sal, de diseño gráfico y comunicación, que dirigí, se presentaba en el Colegio de Arquitectos junto a una exposición con las propuestas de portada. Aunque nacía, como casi todo lo que surge, con vocación de continuidad, solo se publicó el número 1. Por eso la conservamos como oro en paño. Y es de colección porque es única. Y nos encanta. Y es, probablemente, la mejor monografía sobre diseño gráfico que se ha producido en estas islas. Será el color y la luz. Será la brisa de los vientos alisios. El consejo asesor estuvo integrado por Javier Cabrera, José Ignacio Gironés, Adriana Gutiérrez, Daniel Mayato, Gabriel Roca, Juan Manuel Santos y el propio Valladares. Pata negra.
Revista Sal. Diseño gráfico y comunicación. Nº 1 (el único que se publicó). Portada de Javier Cabrera.
Javier Mariscal, creador de la cabecera, afirmaba en una entrevista inserta en el ejemplar, que el diseño es como una conversación con mucha gente y que la vida es un montón de cajones en los que cabe lo que tú quieras meter. Y, claro, después está la caja de bombones de Forrest Gump. Nunca sabes que te va a tocar: corres, ríes, lloras, creces, cambias, negro, blanco, gris, la cabra, Nikon, Canon, PC, Mac, lápiz, ratón, ganas, pierdes… y topas con la mosca blanca. Surrealismo. Saltas al vacío con o sin red. Y la tormenta perfecta no puede con los peces porque son rápidos y bucean. Y siempre quedan estaciones para el sillón de pensar del doctor Iván López Casanova, que presenta libro en el Casino capitalino, consciente de que hay soluciones culturales para los problemas culturales. Y si no que se lo digan a Dulce y al Tanque de crudo que corretea vanguardias y que Cristina Saavedra plasmó en una imagen gráfica que mereció el premio Laus en 1999.
Eduardo Westerdahl manejó entre 1932 y 1936 los 38 números de la revista Gaceta de Arte. Una de sus virtudes, escribe Nilo Palenzuela, fue que se concibió con la idea de transformar la sociedad. Rebeldía. Y leo estos apuntes del profesor y pintor Luis Palmero en las páginas de Sal, a propósito de un cuidado artículo sobre su diseño, en donde desvela, por ejemplo, que se caracterizó por los principios constructivos de la estética funcionalista y una tipografía sin mayúsculas según norma de Franz Roh. ¡vivan las minúsculas! (sic) ¡Viva la revolución del maping! ¡Viva las aspiraciones porque hay que tenerlas!
Y de nuevo en el Hotel Escuela. Y tropiezo con Palmero el viernes 17 de junio de 2016 porque es el padrino de la tercera promoción del Grado de Diseño de la Universidad de La Laguna. Y María Zurita y su compañera Ana Marín hablan en nombre de los estudiantes. Y nos emocionamos. Y le ponemos sal a la vida.
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