Ilustración: María Luisa Hodgson

Que Pedro García-Sanjuán viajase a Málaga el lunes 16 de julio no tuvo que ver con el 75 por ciento de descuento en la tarifa bonificable. Cierto es que los veranos en Marbella no le son ajenos, pero en esta ocasión el motivo se justificaba por la séptima edición de Starlite, el festival boutique más importante de Europa que organiza su hija Sandra, sin duda alguna, la tinerfeña con más tirón entre las celebrities del mundo mundial, o sea, personajes famosos que, por una u otra razón, frecuentan alfombras rojas, papel cuché, televisión, radio e internet, no necesariamente en este orden, y que levantan curiosidad allí por donde lucen porte y sientan posaderas.

Mientras en Tenerife la atención mediática se centra en el triste suceso de La Orotava, en la posible moción de censura a José Alberto Díaz en La Laguna, en la reelección de Fernando Clavijo como candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno autonómico o en la Tenerife Lan Party, en donde más de dos mil jóvenes conviven alienados durante cerca de una semana con gamers, cosplayers, mangakas, youtubers, casters, comiqueros y demás teleperos, en Marbella disfrutan con 45 días de conciertos, actividades y gastronomía. Y todo con mucho glamur. La fuerza de las estrellas.

Me confiesan que el secreto del despegue de la capital malagueña está en su alcalde, Francisco Manuel de la Torre, en el cargo desde el año 2000 y que (perro viejo) apostó a caballo ganador: Pablo Casado. El casco histórico rebosa vitalidad fruto de una acertada rehabilitación arquitectónica que ha impulsado el ocio y una oferta cultural extraordinaria. Los museos Picasso, Carmen Thyssen y Arqueológico Provincial, el Centro de Arte Contemporáneo y las subsedes del Pompidou de París o del Museo Ruso de San Petersburgo son una delicia y reclamo turístico de primer orden, lo que ha repercutido en un aumento considerable de visitantes y cruceristas. Málaga engancha y después de mandarte un espeto de sardinas en El Pimpi, aún más. El emblemático restaurante es una de las inversiones de Antonio Banderas, que lleva a su ciudad natal en el alma. Y la cuida y valora con un corazón muy próximo a la Alcazaba y al Teatro Romano. No extraña, entonces (Dios los cría y ellos se juntan), que Sandra García-Sanjuán lo tenga al ladito, a su vera. Junto al actor será, el 11 de agosto, la anfitriona de una nueva Gala Starlite, cuyos fondos recaudados se destinan a las fundaciones Niños en alegría, creada por la propia García-Sanjuán y Alejandra Alemán (hija del expresidente mexicano Miguel Alemán), y Lágrimas y favores, fundada y presidida por Banderas. Hasta la fecha han recaudado más de dos millones de euros. La Gala será conducida de nuevo por Carlos Latre y Valeria Mazza.

Los festivales boutique se caracterizan no solo por alejarse del macroconcierto, sino que también presentan una variada oferta paralela, algo así como el Festival de Músicas Mestizas que produce en Arona Martín Rivero. El encuentro, ya el decimoquinto, ha lanzado un nuevo mensaje inclusivo a favor del diálogo entre culturas. Gran trabajo el que realiza el incansable colega periodista. No obstante, le falta una característica esencial para que el MUMES sea boutique del todo: que se realice en un entorno natural que invite a la contemplación zen, si bien ponen mogollón los espacios rehabilitados. Es el caso de Starlite, que se celebra en la cantera marbellí de Nagüeles, otrora invadida por electrodomésticos oxidados, coches quemados y variopintos residuos de vertedero. Seguro que en el municipio del sur de Tenerife hay algún paraje degradado ideal que sustituya como sede principal al Centro Cultural de Los Cristianos. Aunque por ahí anda Luisi Castro para apañar algo en los áridos abandonados de Güímar. Sin embargo, sospecho que la alcaldesa pondría como condición innegociable invitar a sus amigos cotillas de Mediaset. Y eso no, Martín. Empeorarías la situación con un parche mal puesto. Otra opción es la mastodóntica cantera abandonada que hay de camino hacia la playa de Las Teresitas (a mano izquierda) o la malograda presa de Los Campitos. Ignoro con quién tendrías que negociar, pero fijo que José Manuel Bermúdez te pone buena cara. Ya me contarás.

La García-Sanjuán, una crac en los negocios (¿a quién habrá salido?), trabaja con buena gente. Y es selectiva. No vale cualquiera ni el dinero que le puedan pagar está por encima de valores con más entidad. Al frente de su empresa, Avory International Celebrity Access, diseña, a partir de la exigencia y la honestidad, proyectos innovadores y con valor añadido. Es la clave en medio de flojeras y sinvergüencerías.

El funk fusion mueve Nagüele. Jamiroquai flirtea con la cintura. Take it easy!

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