Ilustración: María Luisa Hodgson

A la tercera fue la vencida. La catedrática de Filología de la Universidad de La Laguna Dolores Corbella ingresó a la tercera en la Real Academia Española (RAE) para ocupar la silla d, vacante desde el fallecimiento del helenista Francisco Rodríguez Adrados en 2020. La ceremonia se celebró este pasado domingo, 16 de abril, en la sede de la Institución en Madrid, caramelo para el pueblo canario de las siete islas u ocho por disposición del Estatuto de Autonomía de Canarias y villancico de Benito Cabrera. Pobre Graciosa con su traje largo que le va largo y no le favorece. Pobre Graciosa, antes hermosa, virgen discreta, y ahora exhibida, cacareada, gastada. Torpe y acostumbrada frivolidad política.

Acompañaron a la nueva académica, entre otras autoridades, el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, y Rosa Aguilar y Francisco García, rectora y rector electo. Complacencia ante el desfile de la paisana en la alfombra de la RAE, pasarela abecedaria de minúsculas, mayúsculas y masculino genérico, el que defiende su director Santiago Muñoz Machado: “El masculino genérico es el más inclusivo de todos los lenguajes”. Osado. Que reciba un taller sobre lenguaje inclusivo de la filóloga malacitana Susana Guerrero, catedrática, por el momento, sin poltrona monárquica.

La peripuesta delegación isleña corrió a la Metrópoli desde la ultraperiferia del drago, desde el silbo gomero, la vanguardia de Gaceta de Arte, las voladas de Seña María y el trap de Don Patricio y Quevedo. Sobrevoló San Borondón, olas atlánticas y piel de toro para lucir palmo en palacio, ajena al ninguneo que la RAE somete a la Academia Canaria de la Lengua (ACL), oveja negra, rebelde en la Corte lingüista del Oso y el Madroño que en el XX olvidó a María Moliner y en el XXI a Manuel Alvar Ezquerra. Golpes bajos a la excelencia lexicográfica. Con estos bueyes aramos.

La ACL no merece soberbias septentrionales ni complicidades de mundo chico. La mejor investigación sobre la modalidad canaria del español se arrima a la ACL. Y la RAE lo sabe. No obstante, hegemónica, solo quiere una academia por Estado hispanohablante. En las Islas tiene un grano.

Aplausos, discursos, palmadas. Traje nuevo, boato y desnudez. Érase una vez un reino. En la Capital reparten, premian, deciden el mérito provinciano. ¿Por qué ignoras, RAE, a lo más granado de la dialectología isleña reunido en torno a la ACL: Carmen Díaz Alayón, Gloria Díaz Padilla, Humberto Hernández, Antonio Lorenzo, Marcial Morera, Gonzalo Ortega, Juan Manuel Pérez Vigaray, José Antonio Samper (excelente, por cierto, el volumen dedicado a su memoria: Studia philologica in honorem), Manuel Torres Stinga y Ramón Trujillo? ¿La ACL importuna tu soberanía? ¿Molesta que no te rinda singuanga pleitesía? ¿Por qué, RAE, reconoces trabajos recopilatorios y desdeñas a quienes, previamente, han sudado pueblos y consultado mil y una palabras para luego, en Comisión Lexicográfica, analizarlas, definirlas y ordenarlas? ¿Por qué arrinconas al Diccionario de Canarismos de la ACL y a su catálogo editorial? ¿RAE, no te pones colorada? Ya lo dijo Manuel Seco: “La RAE tiene razón cuando la tiene”. Y ahora, RAE, permíteme la osadía, desatinas con la ACL.

La Academia Canaria de la Lengua se creó en diciembre de 1999 por iniciativa de filólogos ya citados y de Francisco Navarro y Manuel Padorno, y decisión unánime del Parlamento autonómico para reconocer y respetar la libertad idiomática e intelectual de las personas, evitando cualquier actitud excluyente; para rechazar y condenar dogmatismos lingüísticos o intelectuales, “pues no existe ninguna modalidad idiomática superior o inferior a las demás”; para defender, promover y estudiar el español del Archipiélago, y reconocer que la canariedad es un hecho lingüístico y cultural que se define y se explica como hispánico.

RAE, deja de meter la pata en Canarias, recupera la auctoritas, cada vez más perdida, y emplea tu valioso tiempo, por ejemplo, en eliminar de una puñetera vez las acepciones de jueza y peluquera: “Mujer del juez y mujer del peluquero”.

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