La Academia Canaria de la Lengua no merece soberbias septentrionales ni complicidades de mundo chico.
Que el palabro de marras sea un canarismo no lo exime de la malsonancia. Es un vulgarismo, como lo son tolete o machango.
El librero de La Laguna lamenta la pérdida de la verdadera isla del tesoro. Y la lloramos en vida, con el corazón latiente, junto a Nely Chinea (Ifara), las mujeres de Izaskun, el atril de Alberto y el punto com de Agapea.
El presidente de la Academia Canaria de la Lengua, dos filólogos de Málaga y un periodista reivindican el español meridional, el más hablado en el Mundo
Desde la victoria militar de Acentejo (o derrota, según se mire) hasta la actual España de sentencias espantables, miserias partidistas y complicidades mezquinas de colegas a sueldo (Eduardo Inda), no ha habido en Canarias, posiblemente, político más competente y atractivo. Tiene un aire a Mel Gibson.
Catedrático de Lengua Española en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna, HHH es de lo mejorcito que tenemos por estos lares. Con una prolija producción científica y reconocimiento internacional, saca de donde no hay para entregárselo a la Academia Canaria de la Lengua, de la que es vicepresidente.