Ilustración: María Luisa Hodgson

El PSOE de Canarias se ha tomado muy en serio lo de la vuelta al cole tras la canícula de agosto, al anunciar que el 20 de octubre celebrará primarias para votar las candidaturas a las cabezas de lista de las elecciones de mayo de 2019. Y la cosa, a excepción de La Laguna, que no hay por dónde cogerla, parece estar clara: Ángel Víctor Torres, a la presidencia del Gobierno canario; Pedro Martín, al Cabildo de Tenerife, y Patricia Hernández, al Ayuntamiento de Santa Cruz. Tres espadas que ya afilan la hoja y concitan mayoría de apoyos, salvo espontáneos o sorpresas de última hora. Esta diligencia la alaba Ángel Llanos, que está de politólogo subido en el Facebook con su serie de enseñanzas preelectorales: «Los que anticipan, se preparan y llegan primero al campo de batalla y esperan al adversario, están en posición descansada. Los que llegan los últimos, los que improvisan y entablan la lucha, quedan agotados» (El arte de la guerra, Sun Tzu). Así que mejor espabilar. Además, cuanto antes empiecen, antes diseñarán estrategias para capear el fallo del caso ERE (previsiblemente en marzo), que tiene a 22 exaltos cargos de la Junta de Andalucía en el banquillo. Viendo la conmoción patria que supuso el desenlace de la trama Gürtel para el PP de Mariano Rajoy, lo normal es que las consecuencias para las barbas de Pedro Sánchez y compañeros y compañeras sean nefastas. Si bien, no adelantemos acontecimientos. La calle del ruido y tumulto es de la izquierda. No extrañaría, entonces, que la corruptela (la más grave de la historia de España en democracia) pasase como un ligero desliz. Incluso, para la radio televisión  pública que ahora es de los buenos después de pasar por los malos (¿o es al revés?) previa pataleta de los viernes negros (ahora son morados) de colegas periodistas sin credibilidad. Mismos estómagos agradecidos.

La escandalera de las primarias socialistas copará la atención en las próximas semanas, pero la desgastada maquinaria nacionalista ya está en marcha sin alharacas, a lo bajini, persistente, chipichipi que empapa. En estas mañas, Carlos Alonso (de una vez por todas, da la impresión, se librará de Aurelio Abreu) y José Manuel Bermúdez son muy hábiles. Lo hacen bien. Y lo saben. Seguros y respaldados, no bajarán la guardia ni un segundo. La carrera ya ha empezado. Hasta primavera no habrá sosiego que valga. Tonto el último. Por su parte, Fernando Clavijo y José Alberto Díaz deberán cargar con la cruz de la grúa del Adelantado, más el primero después de que la jueza instructora, Celia Blanco, haya elevado la investigación al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, quien decidirá si se le imputa por una presunta prevaricación y malversación. Pero al presidente autonómico no le tiemblan las piernas. En unos días comparecerá en el Parlamento a petición propia. No se esconde. Quiere dar la cara y sacarle toda la punta al expediente administrativo objeto del escudriñamiento. Se siente fuerte y con el respaldo de Ana Oramas, que es como su segunda madre. Por eso, la diputada salta, henchida, cuando Santiago Pérez y demás denunciantes atosigan al cachorro, aunque este sea talludo. Es la naturaleza de las hembras.

Y a su ritmo. Así va el Partido Popular. Asier Antona y Manolo Domínguez están como en babia. Es el rebufo lampiño que viene de la calle Génova. Hace tiempo que las gaviotas no sobrevuelan la capital tinerfeña y Zaida González, inocente, es pajarillo. No da el perfil. En general, no saben y no contestan. ¿La calma antes de la tormenta? Quien tuvo retuvo y el gallo aspira a fiel compañero de viaje cuando las mayorías absolutas son entelequias. Pillar cacho. Y Ciudadanos, con Carlos Garcinuño, también, porque de Podemos ni me acuerdo. Mal hago.

El circo de la política que engatusa, disuade y hastía. Posturas irreconciliables que se dan la mano en el terrero. El opio del pueblo. Los triples anotados por Javier Beirán. La unión aurinegra que celebra una nueva convocatoria del alero por Sergio Scariolo. Y Sergio Rodríguez, siempre.

Cuatro años en el Gran Canaria y cuatro de éxitos (ya) en el Santiago Martín. Y una lesión en el ligamento cruzado de la rodilla que sufrimos y dolió. Y una graduación en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid y una próxima en Periodismo por La Laguna. Élite, sacrificio y normalidad de un 33 que no se conforma. Curtido en la cantera del Real Madrid, despuntó, luego, en tableros de Demencia. Herencias de su padre, José Manuel, plata olímpica en Los Ángeles junto a unos héroes que abrieron senda: Andrés Jiménez, Arcega, Corbalán, Epi, Fernando Martín, Fernando Romay, José Luis Llorente, Juanito de la Cruz, López Iturriaga, Margall y Nacho Solozábal. Y Antonio Díaz Miguel, claro. Madrugada del 10 de agosto de 1984 que un pibe de dieciséis (hoy con cincuenta) nunca olvidará.

Yo voto Beirán.

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