El periódico La Tarde cerró, pero su herencia impresa nos recuerda que, pese a las injerencias políticas, el buen periodismo y la crítica astuta es posible.
Las catedráticas ya jubiladas de la Universidad de La Laguna Maribel Nazco y Rosario Álvarez, y la directora del Centro Internacional de Danza Tenerife, Rosalina Ripoll, asientan la luz necesaria para días quebrados y amantes hondos.
Pasan algunas horas del fallecimiento del que fuera premio Canarias de Bellas Artes en 1988. La capilla ardiente se ha instalado en el Salón Noble de la Casa Consistorial, que rigiera el fenecido entre 1979 y 1987. Hace frío y los verodes de los tejados velan al pintor. Y velarán durante toda la noche y el día siguiente. Y de nuevo la noche y siempre. Porque los verodes no duermen y son patrimonio de los laguneros y de la Humanidad.