Al maestro del humor canario, Manolo Vieira, se le han caído los palos del sombrajo. Impotente, confiesa sentirse triste, muy triste. No es para menos.
Las recientes presentaciones de la tónica Royal Bliss y del nuevo anuncio de carnaval de Cerveza Dorada (un clásico) han tenido especial relevancia y trascendencia mediática. Al final (¡caramba!), entre tanto jaleo, se nos olvidó brindar por Francisco de Sales, el santo patrón de los periodistas y escritores.
La marca-ciudad de Santa Cruz, diseñada por Pepe Valladares, sacaba pecho e hinchaba al alcalde José Manuel Bermúdez, quien se maneja muy bien en estos tenderetes. El objetivo promocional estaba cumplido y la bandera del orgullo patrio ondeaba alta. Ahora, solo queda ponerle entendimiento al corazón.